“Cómo Tener una Casa Fresca y Libre de Humedad”
Humedad y calor son dos molestas condiciones que generalmente van de la mano y que suelen ser bastantes perjudiciales cuando se incrementan mucho más allá de lo humanamente tolerable. Aunque la humedad se nota mucho más en época de invierno con la llegada de las lluvias, esta íntimamente ligada al calor y aunque no se perciba demasiado su presencia durante el verano, se incrementa en el ambiente a medida que sube la temperatura. Por tanto, ambas características deben ser contrarrestadas por igual, tratando de mantener un ambiente saludable y armonioso en nuestros hogares.
Otra buena estrategia es el uso habitual de un deshumidificador, al igual que los acondicionadores de aire estos aparatos son una inversión que contribuye a tener un ambiente más agradable libre de calor y humedad; algunas nuevas presentaciones pueden cumplir ambas funciones: enfriar y eliminar la humedad, el usuario solo debe seleccionar la más conveniente en un determinado momento. En el caso de que no se cuente con esta tecnología, existen opciones más económicas que ayudaran a eliminar la humedad en ciertos espacios, tales como el aserrín, la sal marina o sales de baño, el carbón activado y otros, son elementos que atrapan el exceso de agua del espacio donde los coloques.
Un aspecto fundamental que contrarresta tanto la humedad como el calor es la ventilación, el cierre total de las habitaciones sin la posibilidad de que el aire circule libremente por lo menos cada cierto tiempo favorecerá el mantenimiento de la humedad y con ella la proliferación de hongos, bacterias, ácaros, moho y otras molestias perjudiciales para la salud. Por ello, es conveniente abrir regularmente puertas y ventanas, apagar los aires acondicionados, calefacción u otros y permitir que la brisa natural del exterior inunde nuestra casa despejándola de todo aire viciado o estancado que se encuentre en el ambiente. Preferiblemente, se pueden aprovechar el frescor matutino o de las primeras horas de la noche para ventilar los espacios internos.
Finalmente, una buena recomendación para favorecer la creación de un ambiente fresco y agradable seria la colocación de plantas decorativas bien cuidadas en lugares puntuales como la entrada de la casa, balcones, pasillos, ventanas y rincones; sin exagerar su presencia en el interior de la casa debido a que se puede producir un efecto contraproducente que en lugar de beneficiar pueda perjudicar la salud de quienes habitan en el hogar.