Peinando Canas

Cómo iniciarse en la música clásica

Escuchar música clásica es un verdadero placer, pero también un reto, habida cuenta de la gran cantidad de obras y autores que se enmarcan dentro de esta denominación. A veces nos provoca cierta pereza introducirnos en un universo que no es el del pop o el rock, que tenemos presente cada día en nuestras radios. ¿Cómo saber ubicar ciertos estilos? ¿Por qué composiciones o artistas comenzar?  A la hora de iniciarse en la música clásica, hay diversas formas de iniciar el recorrido: cronológicamente, por género, por autor, por instrumento… Sin embargo, todo ello conllevaría un estudio previo que puede resultar aburrido y, desde luego, bastante laborioso. Por ello, lo más recomendable es comenzar escuchando ciertas piezas sencillas y representativas de determinados estilos o compositores,

y decidir si son o no de nuestro agrado. A partir de ahí, podemos ir mejorando nuestro oído musical escuchando más composiciones del mismo autor o de la misma corriente.

Se puede empezar por alguna colección de kiosko sencilla, que haga rápidamente un recorrido por la historia de la música y nos permita ver los grandes estilos y maestras de cada uno de ellos. O bien, para los amantes de las nuevas tecnologías, también es posible realizar una búsqueda en Youtube de listas de reproducción de música barroca, dos horas de le mejor música clásica o sinfonías de Beethoven, por poner sólo dos ejemplos. Nuestro oído irá discriminando aquellos sonidos que le resulten especialmente atractivos, y ese será el punto de partida a partir del que buscar otros discos o audios que nos permitan ahondar en su movimiento musical o en su autor. Por supuesto, siempre resulta muy recomendable complementar la escucha con la lectura de las biografías y trayectorias de cada uno de los autores, pues muchas veces sus vidas nos ofrecen pistas para entender el por qué de su producción musical, o incluso, con alguna obra general sobre historia de la música que sirva de marco contextualizador y nos guíe en el camino. Incluso puede resultar de interés visionar alguna película o documental sobre el tema, si prefieres lo audiovisual antes que la lectura. Todo ello contribuye a crear un marco de entendimiento en el que ubicar lo que luego se escucha.

Si no obstante sigues buscando alguna pieza sencilla para empezar, te proponemos varias recomendaciones que no te defraudarán, y que han sido además compuestas por grandes nombres de la historia de la música universal: por ejemplo, las conocidísimas Cuatro estaciones de Vivaldi, la serenata de El canto del cisne de Schubert o la grandiosa obertura del Tannhauser de Wagner. En cuanto a Mozart y Beethoven, dos de los compositores a los que es imprescindible escuchar en cualquier iniciación a la música clásica, también hay piezas especialmente recomendables para comenzar con ellos: la 

célebre Pequeña serenata nocturna de Mozart, que sin duda reconocerás al escucharla aunque su nombre no te diga nada ahora mismo, y la 

Verás muchos instrumentos, muchas emociones y muchas vivencias plasmadas en cada una de ellas, y de este modo podrás ir cultivando tu oído hasta convertirte en un auténtico experto en música clásica. No se trata de escucharlas todas, sino de encontrar aquellas que despierten tus emociones y te animen a seguir profundizando y sintiendo.relajante sonata para piano Claro de Luna de Beethoven. Quizás menos conocidas por el gran público, pero también muy apropiadas para iniciarse en la música clásica, son el Preludio a la siesta de un fauno, de Debussy, y la Sinfonía Clásica de Prokofiev. Incluso se puede optar por piezas más intensas y plagadas de fuerza, como las suites de Carmen, de Bizet. Cada una de estas piezas presenta su propio y marcado estilo, que puede encajar más o menos contigo en función de tu personalidad, vivencias e incluso, de tu estado de ánimo.

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