Berlín, actual capital de Alemania. Fue fundada en 1237 como epicentro del Reino de Prusia, que llegó a ser el imperio más importante que dominó toda la región y desde entonces ha conservado su status de ciudad influyente tanto cultural como políticamente en toda Europa.
A lo largo de su historia Berlín ha protagonizado importantes episodios de relevancia mundial que le han permitido configurar una interesante idiosincrasia muy atractiva para visitantes de todas las latitudes. Cada uno de estas etapas han dejado como evidencias historias, edificios, monumentos y demás vestigios que se pueden apreciar al visitar la ciudad.
Primero como metrópoli del ya mencionado Reino de Prusia, se conservan antiguas construcciones que hoy se han convertido en museos o sedes de instituciones. Luego, como capital del imperio Alemán; Más tarde, como capital de la Alemania nazi desde 1933 bajo el gobierno de Hitler, época en la que se emprendieron numerosas edificaciones muchas de los cuales se conservan y dan testimonio de la condición fascista del Estado Alemán y de episodios tan vergonzosos como el holocausto judío. Posteriormente, tras la culminación de la Segunda Guerra Mundial, con la división de la nación en Alemania Occidental y Alemania Oriental, la ciudad también fue dividida incluso con la construcción del emblemático “Muro de Berlín” que dividió la ciudad durante 28 años.
Hoy en día Berlín es una capital cosmopolita de las más importantes de Europa, cuenta con una variedad de atractivos históricos y culturales que hacen realmente imposible aburrirse al visitarla. Uno de los lugares imperdibles para cualquier turista es la conocida Isla de los Museos, ubicada en medio del rio Spree y que recibe su nombre debido a que alberga en su parte norte una serie de museos de relevancia, tales como: El Museo Antiguo, Museo Nuevo, Galería Nacional Antigua, Museo Bode, Museo de Pérgamo, y la Galería James Simon. La tendencia de la isla como lugar para el resguardo de obras de arte tuvo su origen en 1841 cuando el rey Federico Guillermo IV de Prusia dispuso esta isla como zona del “arte y de la ciencia”, desde entonces en sus museos se encuentran muchas de las colecciones de arte y evidencias arqueológicas más importantes, provenientes de diferentes lugares del mundo, como por ejemplo, el famoso busto de Nefertiti que se encuentra en el Museo Nuevo. Además de este importante grupo, la ciudad cuenta con más de 170 museos de diferentes temáticas.
Otro lugar que representa un icono de relevancia es la plaza Alexanderplazt, una enorme plaza donde se encuentran el Hotel Berlín, conocido como el edifico más alto de esta capital; el Reloj Mundial, que muestra la hora de diferentes ciudades del mundo; la torre de televisión más alta de Europa con 368 metros, el famoso restaurant circular que al girar permite apreciar una imponente vista panorámica.
Asimismo, es imprescindible visitar el barrio judío y el “Monumento del Holocausto” en homenaje a los judíos asesinados durante la época del fascismo, y que abarca un área de 19000 metros donde se encuentran un conjunto de losas de hormigón que configuran una especie de laberinto, como representación de un supuesto “orden” que se aleja de la razón humana, esto en referencia a lo irracional de la persecución de los nazis en contra de los judíos.
Además de todos estos interesantes sitios, Berlín es una ciudad cuyos habitantes se muestran dinámicos, tolerantes, expresivos y abiertos a la multiplicidad de visitantes que cada año concurren a conocerle. Ofrece, también una variedad gama de eventos musicales y artísticos, incluyendo diferentes festivales que se celebran a lo largo de todo el año. Como dato interesante, una costumbre muy saludable en Berlín es el andar en bicicleta, por lo cual la ciudad está totalmente acondicionada para los recorridos en bicicleta sin ningún problema, esta es una buena opción para disfrutar de un paseo por esta urbe. En la gastronomía no se puede dejar de probar las típicas salchichas alemanas y la tradicional cerveza.
