En Lavapiés a un lado de la plaza con el mismo nombre, hay un restaurant, que no es para nada un lugar corriente, donde cocinan la mejor tortilla de patatas y además brindan un menú a muy buen precio, se trata de «La Falda».
Me topé con este lugar al acudir por recomendaciones de amigos, este recinto cuenta con buena fama gracias a sus tortillas de patatas.
El origen de la taberna «La Falda»
Con una calificación de sobresaliente, los dueños de lo que en el pasado se conociera como Casa Aquilino, Xan Otero y Claudia Rodríguez, que a la fecha ya cuentan con más de tres años al frente del bar y forman parte de un nuevo conjunto de recintos que se encuentran enalteciendo los niveles gastronómicos de este barrio.
Xan estudio cocina y llego a Madrid hace once años, se vino de Santiago de Compostela con la intención de aprender a catar vino, estuvo trabajando en restaurantes como La Terraza del Casino por ejemplo, luego de unirse a quien además de pareja es su socia, decidió independizarse.
La Falda cuenta con una cocina mínima, apenas tienen una plancha, dos freidoras, el horno y un fuego. La taberna cuenta con una capacidad de cincuenta comensales, con espacio de un salón interior que tiene mesas altas con taburetes, y además está el cómodo el espacio de la barra.
Los platos de «La Falda»
Y es que allí las tortillas las sirven enteras, al hacer el pedido el cocinero, con gran estilo y frente a mí, peló y además cortó estos tubérculos, monto la freidora, batió los huevos y mezcló todos los ingredientes. Toda la mezcla fue a parar sobre el sartén, el que volteó varias veces, y finalmente sirvió frente a mis ojos, la más vistosa y jugosa tortilla de patatas que me haya comido en mi vida.
Los sabores que sobresalen de la preparación te hacen volver a por más, y representan una invitación a probar el resto del menú, y si a eso le añadimos que el del día tiene un muy buen precio, tan solo once euros por tres primeros, dos segundos, pan, una bebida y un postre o un café y algo que es muy importante las raciones servidas son suficientes.
Esta oferta es mantenida toda la semana y anunciada a la entrada en una pizarra allí ubicada, ensalada de papaya, de piñones y de tomates, porra antequerana de naranja, merluza al estilo thai, crema de acelgas y yogurt y el ají de pollo. Tambien un salmorejo cordobés muy bien presentado, el estupendo bacalao a la gallega que lo sirven con un toque de pimentón, la crema de mango, el bao de costillas en una salsa Hoisin.
Una fusión castiza y gallega
Llaman a su cocina fusionera con dejes castizos y gallegos. Tienen muy claras sus ideas, cocinan lo que les provoca, pero ante el triunfo de un plato, están dispuestos a complacer al público. Con una reducida y concisa carta, que tiene sugerencias dependiendo de la estación, en la que vemos tartar de caballa, croquetas de cerdo ibérico y gyozas de lacón y grelo.
En cuanto a la tortilla, el chef Alejandro Oliveira dice que el secreto se encuentra en los huevos usados en la preparación, pues son de una raza particularmente autóctona de Lugo, en Villalba, tambien confesó tener cogido el ritmo a la tortilla, pues en un buen día salen de la cocina hasta 60 de estas maravillas.
La ubicación de «La Falda»
Esta taberna se encuentra en la calle Miguel de Servet 4, a unos pasos de la Plaza de Lavapiés y la Casa Encendida donde antes estuvo el bar castizo El Gran Vuelo o Casa Aquilino, según explican es un bar para todos los gustos y tal y como lo dice su página en Facebook “ es una taberna desenfada para gente que no está enfadada”.
Este es un establecimiento para acudir bien a la hora del aperitivo, tomar unas cervezas, o un vino y aprovechar y picotear o es una opción para quienes buscan un poco más de intimidad y tranquilidad, para lo que el salón del fondo es una excelente opción.
Su excelente servicio
Tambien es una excelente opción para quienes acostumbran comer a diario fuera, pues ofrecen un menú muy completo, servido en un excelente ambiente en el que es innegable la cordialidad que allí se respira, de verdad que es un placer visitar lugares asi, en especial para quienes somos mayores y estamos habidos de lugares con vida pero en los que se respire apacibilidad y nunca está de más que tambien haya buen servicio y una buena atención por parte del personal, quienes tras cada plato probado, hacen la pregunta de rigor, y es precisamente la opinión sobre el plato probado.
La Carta de «La Falda» de Lavapiés
La carta es breve pero con platos bastante variados, y para una amplia variedad de gustos posee un hermoso acento de carácter internacional pero no falta la comida de aquí, por lo que hay tanto rollitos vietnamitas, como pulpo, o las croquetas de chipirones o de jamón, las berenjenas con miel de caña, el ceviche de pez mantequilla con fruta de la pasión, el tataki de atún rojo, las famosa hamburguesa de buey, y las deliciosas costillas de cerdos que son asadas a muy baja temperatura y que son servidas con una exquisita salsa Hoisin.
