Se ha puesto de moda desde hace unos años como pasatiempo, pero el Sudoku es mucho más que eso: además de ser muy entretenido, permite mantener en forma el cerebro, pues estimula la lógica, la memoria, el razonamiento y aumenta la capacidad de concentración. Parece mentira que algo aparentemente tan sencillo como rellenar una cuadrícula de 81 casillas con las cifras del 1 al 9 posea tantos beneficios, pero lo cierto es que son diversos los estudios que demuestran que aumenta la longevidad de las neuronas, estimulándolas.
Por así decirlo, los sudokus son una especie de “gimnasia para el cerebro”, pues de la misma manera que necesitamos ejercitar nuestras piernas para mantenerlas firmes, igualmente hay que estimular el cerebro para que no se atrofie.
El sudoku, por la lógica que existe para ser resuelto, refuerza la memoria y el razonamiento lógico. No es sólo que ayude a mantener la velocidad de los procesos mentales, es que incluso puede llegar a aumentarla. Algunos estudios han sugerido que, como juego mental que es, puede incluso ayudar a reducir el riesgo de padecer alzheimer, deterioro cognitivo o demencia.
Otro aspecto muy positivo que convierte al sudoku en “vitamina para el cerebro” es que obliga a actuar a muchas de sus partes, algunas de las cuales no siempre llegamos a emplear en nuestra vida cotidiana, en la que realizamos tareas rutinarias o trabajos que no permiten potenciar todas nuestras capacidades. Por ejemplo, entrenar la mente para el razonamiento deductivo, la detección de patrones y el reconocimiento de las oportunidades. Todas ellas son capacidades que por naturaleza el ser humano posee, pero que sin embargo se pierden con el tiempo o directamente no llegamos a poner en práctica con frecuencia. El dicho de “úsalo o lo pierdes” adquiere aquí todo su valor, y realizar este pasatiempo de manera regular puede llevarnos a descubrir capacidades que teníamos escondidas y que no practicábamos lo suficiente.
Además, el sudoku crea un sentido del orden en nuestro cerebro: conocemos esa sensación de placer que se experimenta al terminar el rompecabezas, rellenando todos sus espacios vacíos y creando una red completa. Es un placer muy sencillo, pero que de algún modo marca la consecución de un logro que se obtiene mediante reglas claras y sencillas. Ese éxito en la realización lo convierte en un juego muy satisfactorio, que además fomenta la agudeza y la rapidez visual, pues constantemente nos obliga a observar las casillas para crear la combinación ganadora.
Sus beneficios se llevan notando desde hace décadas, pues ese rompecabezas numérico que es en realidad el sudoku apareció ya en Nueva York en 1979, luego pasó a Japón, donde se le dio su nombre actual, que significa “número solitario”, y alcanzó éxito internacional en 2005, cuando los periódicos comenzaron a incluirlo de manera regular en sus páginas. Hay quienes definen el sudoku como adictivo, y parece que así es, pues desde entonces no ha dejado de consolidarse como uno de los pasatiempos preferidos de los españoles. En este caso se trata de una adicción de lo más beneficiosa, pues cultivándola contribuyes a mantener tu cerebro en plena forma.
Además, las reglas del sudoku son simples y de fácil aprendizaje para principiantes. Que no te eche para atrás el hecho de que se base en números: no necesita de conocimientos matemáticos previos para poder practicarse. Además, teniendo en cuenta que hay cuadrículas de diferentes niveles de complejidad, fomenta la competitividad y la ruptura de los propios límites, pues poco a poco se puede ir aumentando la dificultad de los ejercicios, que se pueden ir realizando en una pausa para el café, un momento de ocio o la espera en un transporte público. En cualquiera de las situaciones, tu cerebro te lo agradecerá.
