El origen del patchwork se remonta a la necesidad de aprovechar la tela sobrante, aunque con el paso del tiempo se ha convertido en un pasatiempo del que disfrutan personas en todo el mundo, tanto hombres como mujeres.

Con esta técnica del patchwork se pueden realizar multitud de creaciones: edredones, colchas, cuadros, muñecos, objetos de decoración, prendas de vestir, bolsos, etc… Es recomentable empezar por trabajos que requieran la unión de pocas piezas (un cuadro o un cojín) para ir cogiendo soltura en la técnica.

El material más recomendable para el patchwork es el algodón, ya que no resbala, no se deshilacha, la trama se deforma menos y es más fácil de penetrar con la aguja, aunque también se utilizan diversos materiales como el raso, satén o terciopelo.

Los pasos básicos para realizar un trabajo de patchwork son:

Materiales necesarios: telas de diferentes colores y/o estampados, agujas de varios tamaños y grosores, hilos, tijeras, dedal, alfileres, lapiceros y rotuladores, papel milimetrado, plástico o cartulina (para las plantillas), entretela adhesiva con la plancha.

Una vez decidido cómo será nuestro trabajo, debemos recortar una plantilla en plástico o cartulina de cada una de las figuras geométricas que incluye el diseño.

Después, cortaremos todas las piezas que necesitaremos con ayuda de las plantillas, dejando un margen todo alrededor de al menos 1 cm para la posterior unión de las piezas. Es importante que marquemos bien con un lapicero o tiza todas las líneas por donde deberemos coser cada trozo de tela.

Es importante ir planchando suavemente cada grupo que vayamos uniendo, intentando no deformar su forma y marcando bien los dobleces de los dobladillos.

Cuando hayamos cosido todas las piezas de nuestro patchwork, podemos pegarlo con la plancha a una entretela para dar más «cuerpo» al conjunto.

¡Y ya tenemos nuestro patchwork terminado!
En internet podéis encontrar multitud de formas y patrones que os darán ideas para realizar originales trabajos.

¡¡Saca tu costurero y crea fantásticas piezas!!

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Atrás quedó su origen humilde de postre de aprovechamiento que eran las torrijas, pasaron a ser una producción para conocedores que provoca locura insaciable en las proximidades de la Semana Santa.

Los obradores y las pastelerías de la Comunidad de Madrid desde hace tres años, por estos días elaboran miles de unidades de torrijas, que sobrepasan las versiones tradicionales, para seducir el paladar de los madrileños. En esta tercera edición se busca reconocer y premiar a las mejores, a través de este concurso que es organizado por Asempas La Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería de Madrid.

Entre los miembros del jurado estuvo presente Luis Suarez de Lezo, el presidente de la Academia Madrileña de Gastronomía, estos reconocieron elaboraciones tradicionales elaboradas por las pastelerías Cármine, Mifer, Viena Capellanes, Horno Castellano y Nunos.  También premian la innovación, y en esta categoría se premió tambien a los obradores premiados en la categoría tradicional, a excepción de Cármine, además de las torrijas de La Oriental y Cercadillo. La oriental fue premiada con una mención especial, tambien Sana Locura por sus recetas para celiacos.

El total de participantes al concurso regional, fue de 24 pasteleros, se sumaron este año la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid y la Asociación Empresarial Hotelera como invitados, en la categoría la mejor torrija de restaurante y la mejor torrija hotel.

En el grupo de restaurantes fue reconocido el restaurante Latasia como la mejor torrija tradicional, las innovadoras a Koma, Miguel Ángel Mateos  y La Barra Dulce, resultando como las mejores de todo el concurso. En el grupo de hoteles se eligieron las elaboradas en la versión tradicional las del Hotel Café de la Ópera, y en la categoría innovadora las hechas por Bless Collection y Catalonia Atocha. En cada una de las categorías se valoró la textura, la presentación, el sabor, además de la organización y la limpieza del trabajo de los reposteros elaborados en vivo.

Las mejores torrijas de Madrid

La torrija es un dulce que tiene un origen europeo que tiene una larga tradición en España, esta preparación consiste en tomar una rebanada de pan con varios días, empaparla en leche, en vino o en almíbar, se procede a rebosarlo con huevo y luego lo freímos en aceite, en una sartén, se endulza con miel o azúcar, se aromatiza con canela, aunque tiene cierto parecido a la tostada francesa, no es igual.

En España la receta está asociada al aprovechamiento especialmente por el pan de sobra, que es normal tenerlo en estas fechas no se permite consumir carne, y son conocidas desde el siglo XV, pero se popularizaron en el siglo XX en Madrid, donde es popular tomarlas con un chato de vino en los bares. Después del roscón de Reyes la torrija es el dulce que más se consume en la capital.

El III Concurso de Torrijas de la ciudad

Encontrar a la mejor para nada es una labor sencilla, por ese motivo existe esta excelente iniciativa, el Tercer Concurso de Torrijas de la Comunidad de Madrid y que además de haber sido organizado por asociaciones y se premiaron tres categorías, la tradicional, la innovadora y las que son sin gluten, elaboradas por reposteros de restauración y cocineros.  Se celebró en el Centro de Innovación Gastronómica de la Comunidad de Madrid el miércoles 27 de marzo, en la edición se probaron 40 torrijas elaboradas con ingredientes provenientes de Madrid.

La novedad de este año es que no hubo un único galardonado, sino que se utilizó un sistema de puntos en el que las que obtengan más de 65 son consideradas como las mejores.

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Bailar o practicar un deporte

Bailar no solo nos divierte, tambien ayuda a entrenar el cuerpo y a conocer gente. Basta que sepamos cual es el ritmo que va con nosotras; Tap, flamenco, baile de salón, tango son algunas de las opciones disponibles.

Según un estudio publicado por la revista New England Journal of Medicine bailar genera innumerable cantidad de beneficios, mejora la coordinación y el equilibrio, haciéndonos más ágil, nos ayuda a evitar caídas, beneficia nuestro sistema cardiovascular, fortalece nuestros músculos y huesos además de aumentar la flexibilidad,  según estos  especialistas realizar cualquier actividad física relacionada con el ejercicio, reduce un 76% los riegos de demencia, ayudando a la generación de endorfinas que nos brindan una sensación de felicidad y bienestar.

Bien sea corriendo, nadando, jugando tenis o golf, lo ideal es que aprendamos una determinada disciplina y nos tracemos nuevas metas que alcanzar. Lo más apasionante es descubrir cómo mejorar y avanzar en un deporte. Si lo hacemos individualmente, esta se convierte en una suerte de meditación, y en equipo fomenta el compartir, abriendo una nueva vida para que conozcamos personas.

Hablar otro idioma

El conocer nuevas lenguas no necesariamente debe hacerse como una exigencia de nuestro ámbito profesional. Desafiarnos a nosotras mismas, aprender genera un reto intelectual, y puede ser el motor que encienda esa necesidad en nosotras. Podemos elegir un idioma que siempre nos haya interesado, o intentar mejorar una que ya sepamos pero no dominemos con fluidez, y hoy en día contamos con clases de tipo presencial u online.

El dominar una nueva lengua no solo nos sirve cuando viajamos, un estudio que publicó The Huffington Post indica que las mujeres que aprenden una segunda lengua cuando son mayores  logran mantener por más tiempo su agilidad mental.  Además de lograr otros beneficios adicionales como retrasar de 4 a 5 años el desarrollo del Alzheimer, es comparada con otras mujeres mayores que hablan un solo idioma.

Aprender artesanías y manualidades

Existe todo un mundo por explorar. Puede hacerse tomando un curso o simplemente mediante la búsqueda de tutoriales que están disponibles en YouTube. Solo por mencionar algunos: pintura, artesanías con materiales reciclables, restauración de muebles, decoupage, elaboración de velas, elaboración de jabones de tocador. Recomiendo Pinterest, para inspirarse pues en esta aplicación las usuarias suben sus propias fotos de las artesanías que realizan. Solo demos escoger una técnica que nos llame la atención, investigarla y ponerla en práctica.

Realizar manualidades nos ayuda a mejorar nuestra creatividad y concentración, nos eleva el ánimo ya que hace que centremos nuestra atención en un objetivo determinado, alejando asi las preocupaciones. Además de que si realmente logramos tomarle el gusto, este podría convertirse en una suerte de emprendimiento.

Trabajar con arcilla, dibujar, coser, pintar, tejer, restaurar muebles, elaborar joyas. Trabajar ocupando las manos, ayuda a despejar la mente, nos perdemos en la actividad y nos liberamos del estrés que acumulemos en nuestra vida diaria, tambien puedes optar por escoger algunas fechas para regalar a familiares y amigos, las creaciones que hayamos  hecho, esto nos conecta con nuestro entorno.

Unirte a un club de lectura

Leer es sin duda alguna uno de los pasatiempos que más cultiva la mente, el espíritu, nos entretiene y además nos abre el entendimiento, para que asi conozcamos otras culturas, otros mundos y todo desde el lugar que escojamos para hacerlo, por ejemplo, un sillón en la comodidad de nuestro hogar.

Una buena opción es unirse a un grupo de lectura, donde encontraremos personas que como nosotros, desean ampliar su relación con la literatura, y que disfrutan el placer de leer.  Fomentando asi la vida social, debatiendo cada texto, con las nuevas personas que conozcamos.

Practicar Jardinería

Cuidar las plantas es mucho más que podar sus hojas secas. Si tu casa tiene patio o jardín, es posible darle espacio al cultivo de vegetales y frutas, lo que no solo nos entretiene, además nos contacta con la naturaleza, y nos genera una recompensa. Al cultivar vegetales, hierbas aromáticas o frutas, podremos consumir nuestros propios productos, de forma sana y sin ningún costo.

Tener una huerta casera es muy terapéutico, proporciona calma y nos hace sentir útiles y nos crea conciencia sobre la conservación del medio ambiente.  Trabajar la tierra, elegir las plantas y aprender a cuidarlas y verlas crecer será gratificante.

Ser voluntaria en una causa

Dedicar esfuerzo y tiempo a apoyar causas en las que se cree, es por mucho una de las actividades más gratificantes que existen.  Existen muchas opciones en las que podemos brindar nuestro apoyo a los más necesitados y a los más desprotegidos.

Ofrecer nuestros servicios voluntariamente en un refugio para mujeres víctimas del maltrato, rescatar animales en estado de abandono, apoyar a los grupos que se encargan de crear conciencia en los jóvenes sobe las consecuencias que tiene el abuso de drogas y otras sustancias. Esta hermosa labor del voluntariado proporciona una sensación de propósito a quien la cumple.

Ser coleccionista

La idea es que lo que elijamos para coleccionar sea algo verdaderamente difícil de encontrar.  Debemos diferenciar el arte de coleccionar de las compra en serie de artículos coleccionables, la primera nos exige rebuscar, viajar, investigar para encontrar ese objeto que ansiamos para nuestra colección, además de que  podemos asi obtener conocimiento, al saber en detalle los datos históricos de cada elemento que compone nuestra colección, este puede terminar siendo un hermoso proyecto para compartir con el resto de la familia.

Escribir

A menos que la escritura sea tu profesión, y de serlo, entonces puedes optar por desarrollar una forma diferente a la que desarrollas en tu trabajo. Por ejemplo si eres poeta escribe una novela, si escribes en un blog prueba escribir poesía,  si eres periodista puedes probar escribir relatos breves o un diario. Lo interesante es que escribas algo que te provoque y no que forme parte de tu trabajo o de lo que ya conoces, que sea algo nuevo.
La importancia de las aficiones

Un hobby es algo que hacemos porque queremos, porque lo disfrutamos y no por obligación. Y por poco que sea el tiempo de ocio del que dispongamos, resulta beneficioso desarrollar aficiones, esto según lo expuesto en un artículo publicado por el Washington Post. Debemos tener claro que es muy importante sacar tiempo para hacer cosas por el simple placer de hacerlo.

La idea de tener una afición es tener un escape algo que nos aparte de las rutinas diarias y además nos sirva de entretenimiento y nos estimule. Más allá de que tengamos éxito o ganemos dinero con ello, la clave se encuentra en obtener satisfacción personal.

Aunque ya estemos retiradas, habemos a quienes nos cuesta darnos permiso para tomar pequeños descansos, especialmente en los tiempos de hiperconectividad en los que vivimos. El cambiar de una actividad a otra es una franca invitación a  relajarse, y además esto nos sirve para enfocar nuestra mente en algo nuevo, aprender una nueva habilidad y cumplir con nuestros propósitos.

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Jose Luis Rodríguez es un joven asturiano

El primero de los restaurantes La Madreña se ubicó cerca de Plaza Elíptica en una modesta zona de la capital, pasados doce años desde ese día, nació el segundo en el barrio de Los Metales, en la calle de Bronce de Arganzuela. No fue sino hasta el año 2018 que La Madreña llego con su propuesta al Paseo La Castellana, que es un lugar conocido por ser una vitrina de gastro y ocio de la ciudad, posicionándose asi entre los mejores restaurantes de Madrid, en cuanto a comida tradicional se refiere.

Como Jose Luis adquirió de su abuela esa pasión por la filosofía de aprovechar y respetar el producto y también la cocina. Por eso en La Madreña se han propuesto recuperar los sabores que el cocinero recuerda de su infancia y colocarlos al servicio de unos ingredientes excelentes que son traídos principal y directamente del norte del país, en una apuesta por una cocina con rasgos asturianos equilibrados pero a la vez modernos, donde además se sirven platos de varias regiones de España o algunos que son inclusive de su propia creación.

La carta de temporada

En la Carta de temporada además del cachopo y la fabada destacan platos muy ricos como el atún rojo de Balfegó, el carabinero, las milhojas de cochino que son una delicia y la ensalada de aguacate.

Hecho en La Madreña

Al llegar al local lo primero que se percibe es el olor del local, un aroma que no es de comida, huele a flores y a cítricos.  Lo segundo que se percibe es la moderna decoración  del sitio un lugar amplio, silencioso y vanguardista. Todo esto contribuye de manera significativa a que las cenas sean un festín de emociones, en los que se combinan la energía interna y la externa, generando recuerdos y asi asociándolos con platos gastronómicos y con vinos.

Recomiendo probar el pastel de cabracho, luego continuar con el pulpo a la brasa y puede acompañarlo con yuca. También sirven el cachopo  tradicional que es del local, también sirven el de centollo que es la versión que no lleva queso. No se pueden dejar pasar la fabes bien sea con almejas y por supuesto que estas deben ir maridadas con un Rueda, un vino blanco de la casa Jose Pariente.  También puede optar por favelas de tripas o de corazón estas tienen un sabor intenso pero a la vez suave.

La carta de vino

En materia de vinos y de sus cartas en La Madreña tienen una selección de joyas para halagar al paladar y con precios accesibles para todos; tienen de Emilio Moro, de Protos, de Arzuaga inclusive el maravilloso Flor de Pingus. Hay otros con precios no tan accesibles para todos como El Tomás Postigo o como el Pruno.

En una cálida y moderna sala acompañado de la excelsa bodega con más de cien referencias nacionales, entre ellas clásicas de D.O. y algunos vinos de producciones limitadas, inclusive algunos provenientes de regiones como la sierra de Gredos, de Alicante,  de Guadalajara y hasta de la ciudad natal del cocinero Cangas del Narcea.

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El modelaje a pequeña escala de trenes y locomotoras es una actividad recreativa que ha fascinado a gran cantidad de personas a lo largo de muchos años. Su propósito es reproducir en modelos más pequeños los diferentes detalles y características de un tren normal de tamaño real; Sin embargo, algunos proyectos buscan ir mucho más allá de eso para crear en maquetas los diferentes elementos de una estación de trenes y los pueblos a su alrededor, incorporando casas, tiendas, fabricas, animales y otras diminutas figuras que recrean paisajes únicos y encantadores.

El modelaje ferroviario en particular tiene sus orígenes a finales del siglo XIX cuando se popularizo en toda Europa la construcción de pequeños trenes de juguetes para obsequiar a los niños.  En España se considera que la fabricación de juguetes ferroviarios tuvo un comienzo algo tardío esto debido a las diferentes situaciones políticas y económicas que marcaron su historia. Sin embargo, es conocido que para el periodo de 1890 a 1920 aproximadamente ya se realizaban diferentes modelos de trenes elaborados de forma artesanal, generalmente en madera y pintados a mano.

Para esa época se hicieron populares los “Hojalateros” un grupo de fabricantes radicados en Barcelona; además se estableció la fábrica de juguetes “Payá” ubicada en Alicante y que se caracterizaba por el colorido y vistosidad de sus juguetes. También se dio a conocer la “Hispania” que producía trenes de juguete que se consideraban un lujo y que solo podían ser adquiridos por la elite social del momento.

Aunado  a la popularidad de los trenes y en ocasión del desarrollo industrial del momento se buscó incorporar la tecnología a los juguetes desencadenando en los conocidos trenes eléctricos. Entre los primeros trenes eléctricos se encuentra el creado por el inventor estadounidense Joshua Lionel Cowen,  quien lo vendió en 1901 al dueño de una tienda en Manhattan con la intensión de que lo utilizará para promocionar su mercancía, pero sorprendentemente el público se interesó más por el pequeño tren, motivando al comerciante a hacer a Cowen la petición de más trenes para venderlos a sus clientes. Con ello, se desarrolló la popularidad del tren de juguete como un artículo tradicional entre los presentes de navidad.

Paralelamente, también se difundió la afición de algunas personas por realizar sus propios modelos. Hoy en día el modelismo ferroviario es un hobbie que atrae miles de seguidores en el mundo entero y que moviliza una amplia dinámica comercial que incluye: manuales de modelismo, libros y revistas especializadas, clubes de aficionados, talleres de aprendizaje,  tiendas on line, herramientas para su construcción, entre otros elementos que obviamente requieren de cierta inversión económica que valoriza aún más los diferentes modelos de maquetas y trenes elaborados por los aficionados.

Para quienes desean iniciarse en la afición del modelaje ferroviario es importante considerar algunos aspectos fundamentales en los que deberá procurar investigar y profundizar sus conocimientos para lograr construir un primer modelo, entre ellos:

• Definir el modelo que desea reproducir y si se trata de una maqueta establecer el espacio y la forma que desea trabajar, considerando, además, si desea que se trate de una maqueta fija o móvil.
• Elegir la escala a trabajar: para el modelismo ferroviario existe una gran variedad de escalas de acuerdo al país y los insumos disponibles en la región, por lo cual es importante investigar con anticipación acerca de la escala más idónea para el proyecto. Actualmente en Europa las más utilizadas son la escala 1, H0, N y Z. dependiendo de la escala se determina el ancho de la vía, ya que para cada escala existen 4 anchos de vías diferentes: ancho normal, vía métrica (m), vía estrecha (e), vía industrial (i).
• Seleccionar la marca del fabricante: existen diferentes empresas dedicadas a la fabricación de motores y partes necesarias para el modelaje ferroviario, dependiendo de cada una se definen el tipo de corriente a utilizar, los materiales de las partes y otros detalles que resultaran muy relevantes en el trabajo.
• Elegir la forma geométrica y el tipo de vías: pueden considerarse vías de 2 o 3 carriles que dependerá también del fabricante con el que se elija trabajar. Entre las más conocidas está la vía “M” que es de las más antiguas y esta generalmente elaborada en metal; la vía “K” que se usa para lograr el diseño de circuitos más realistas, y la vía “C” que ha tenido un uso más generalizado, aunque es un tipo de vía con balasto simulado de plástico y raíles metálicos algunos aficionados los pintan de óxido para lograr un efecto más realista.

También es importante decidir el tipo de sistema que se utilizara para proveer electricidad al modelo. Estos y otros detalles técnicos se pueden establecer con más facilidad en la medida en que la persona se involucra más con el tema del modelismo y se familiariza con todos los pormenores de la actividad. Una buena opción para comenzar a conocer del mismo es la compra de una revista especializada o la visita a una exhibición o mercadillo de los que suelen hacerse en algunas ciudades de España.

En Madrid una ocasión para encontrarse con esta afición del modelismo ferroviario son los mercadillos que se realizan el primer domingo de cada mes en el Museo del Ferrocarril, ubicado en el paseo las Delicias, Nº 61, y donde concurren coleccionistas, aficionados, artesanos vendedores y compradores de todo lo relacionado con este mundo del modelismo.  Allí se pueden encontrar materiales nuevos o de segunda mano muy útiles para quienes deseen emprender sus primeros proyectos.

La información detallada puede obtenerse a través de la página web del museo: https://www.museodelferrocarril.org/. También es posible comunicarse al número telefónico: 902 22 88 22.

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A la hora de coleccionar o poseer algún hobbie o afición los límites no existen, salvo los inconvenientes propios de cada actividad las opciones pueden ser muy diversas y accesibles. Una de las aficiones más inusuales se refiere a quienes se dedican a coleccionar diferentes modelos o versiones de pequeñas botellas de licor. Estas curiosas botellitas se encuentran hoy en día con figuras muy llamativas y creativas, generalmente se elaboran en cantidades limitadas y después de algún tiempo se extinguen para dar paso a nuevas ediciones. Por ello, existen quienes han convertido el hecho de buscarlas, comprarlas y coleccionarlas en un verdadero reto personal.

Las primeras versiones de las mini botellas de licor surgen a finales del siglo XIX de la mano del auge industrial y la proliferación de empresas licoreras que competían por captar el mercado de consumidores. Como una estrategia publicitaria las destilerías comenzaron a producir cantidades limitadas de pequeñas botellas de sus licores, con el fin de entregarlas como muestras promocionales a los clientes potenciales que consideraban más importantes.

Las curiosas botellitas no tardaron en llamar la atención de las personas y lograron gran éxito en la promoción de las bebidas, esto motivo que sus presentaciones mostraran cada vez más ingenio y vistosidad, con lo cual comenzaron a utilizarse como elementos decorativos en los bares, centros nocturnos e incluso en algunos hogares. Más tarde, durante los años 50 y 60 la producción de las mini botellas se incrementó, dado que debido a la comodidad que implicaba su presentación para llevarla siempre consigo y tenerla  a la mano, hubo quienes preferían adquirirlas para el consumo habitual.

Hoy en día son muy apreciadas también como souvenir de viajes, obsequios de eventos o como un recuerdo que las personas conservan de aquellos lugares que han visitado, con lo cual no es difícil encontrarlas en aviones, trenes, comercios, puertos, tiendas y otros. Para quienes las coleccionan cada viaje es una oportunidad para adquirir nuevos modelos o ponerse en contacto con otros coleccionistas con el fin de intercambiar, comprar o vender las ediciones más valoradas.

El diseño y los materiales utilizados para elaborar las botellitas son muy diversos, pueden encontrarse en vidrio, cerámica, porcelana; en diferentes colores; con figuras de mujer, barcos, animales, zapatos; con formas ovaladas, alargadas, cuadradas, redondas; pueden ser réplicas exactas de las presentaciones de tamaño normal; o versiones totalmente diferentes que se encuentran solo como mini botella. En cuanto al contenido, pueden ser de ron, whisky, vodka, ginebra, vinos, licores dulces u otros; generalmente de 50, 100 o hasta 150 o 180 mililitros.

Evidentemente, las versiones más antiguas pero bien conservadas suelen ser las más apreciadas, muchas de ellas dejaron de comercializarse hace mucho tiempo y solo las poseen los coleccionistas. Usualmente se trata de un objeto de colección que adquiere mucho valor con el tiempo, dependiendo de la data de los ejemplares, lo extraño o inaccesible de las botellas o el licor que contenga. Las mayores colecciones conocidas poseen entre 5 mil a 7 mil botellitas y llegan a poseer un valor económico muy alto, incalculable para algunos de sus dueños.

La conservación de las botellas en buen estado es fundamental, para ello, se debe evitar abrirlas, resguardarlas en una vitrina de vidrio que se encuentre en un lugar fresco y ventilado, alejada de los rayos solares directos o del calor intenso. En caso de que el líquido llegue a evaporarse se deben abrir y llenarlas con el licor que corresponda preferiblemente de la misma marca que contenía originalmente.

Algunas colecciones poseen botellas con más de cien años, consideradas verdaderas reliquias; cuando son botellas tan antiguas es normal que detrás de ella exista una historia curiosa relacionada con el entorno en el cual se elaboró, el licor contenido o la forma en que el coleccionista logró obtenerla. Generalmente los coleccionistas conocen ampliamente los orígenes y detalles de cada botella, por lo cual las consideran como verdaderas joyas y disfrutan muchísimo compartiendo con los amigos y visitantes acerca de toda esta información.

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Muchas personas disfrutan abundantemente del contacto con la naturaleza y cada uno de los elementos que en ella se encuentran; pero solo algunos logran desarrollar un gusto particular por una actividad relacionada con el ambiente. Una de las aficiones que incluye los espacios naturales y que cada día está ganando más adeptos consiste en la denominada “Observación de Aves” o como se conoce en inglés “Birdwatching”. La misma consiste en la realización de recorridos por la naturaleza con la intención de conseguir el avistamiento y reconocimiento de algunas especies de aves.

La actividad se desarrolla en diferentes niveles de especialización que dependerá de los intereses de la persona en relación al grado de conocimiento que desea alcanzar; de esta forma, existen los aficionados más informales que se conforman con observar e identificar algunas especies; mientras otras personas logran ir mucho más allá y estudian detenidamente los hábitos, características y particularidades de cada tipo de ave en su hábitat natural.

España es uno de los países con mayor variedad de especies de aves observables, pues de las 514 especies europeas conocidas al menos la mitad nidifican en el país y al menos unas cien más usan el territorio como zona de paso en sus rutas migratorias.    Además, la actividad está respaldada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO), la cual fue existe desde 1954 y tiene más de 60 años dedicada al estudios de las aves y al incentivo de la conservación de las diferentes especies silvestres existentes en el país.

Esta afición tiene la ventaja de que puedes ser realizada en espacios naturales que se encuentran dentro de las ciudades, como los parques urbanos o diferentes áreas verdes; sin embargo, quienes desean adentrarse en una experiencia más silvestre prefieren trasladarse hacia zonas naturales más extensas como las Zonas Especiales de Protección de Aves (ZEPA), las Reservas Naturales, los Parques Regionales y otros, donde las posibilidades de observar las diferentes facetas de la vida de las aves y sus cualidades específicas.

Las exigencias del equipo necesario para realizar la actividad dependerá también del nivel que se desea alcanzar, algunos de los instrumentos más usuales serian: binoculares, telescopio portátil con trípode, libreta de notas, guías de campo, mapas de la zona, grabadoras y micrófonos direccionales. Además, algunos aficionados combinan la observación con la fotografía y buscan llevar siempre una buena cámara fotográfica que les permita captar las mejores escenas de la vida de las aves.

Entre las aves que pueden observarse en España destacan: el Camachuelo Trompetero, la Avutarda Hubara, la Focha Moruna, el Corredor Sahariano, la Alondra de Dupont, la Pardela Balear, el Acaudón Chico, el Águila Pescadora y el Pinzón Azul de Gran Canaria, las Cigüeñas Blanca y Negra, el Calamón, la Garcilla Cangrejera, el Morito, la Malvasía Cabeciblanca, el Quebrantahuesos o el Águila Imperial Ibérica, entre otras, muchas de las cuales se encuentran en peligro de extinción y requieren de la difusión de la información necesaria para el conocimiento y conservación de estas especies.

• Para quienes desean iniciarse en la práctica de esta afición algunas sugerencias aplicables para un buen comienzo serían las siguientes:
• Realice los recorridos durante las primeras horas de la mañana, cuando la mayoría de las aves están activas en búsqueda de alimento o provisiones para su nido.
• Trate de usar ropa y calzados cómodos y de colores neutros sin perfumes u olores fuertes que puedan ser percibidos fácilmente por las aves.
• Sea muy silencioso durante la caminata.
• Lleve consigo algún tipo de alimento que pueda ofrecer a las aves como semillas, coco, migajas de pan u otros.
• Tome nota o fotografía de las características de las especies encontradas para luego documentarse mucho más acerca de sus características y hábitos.

En la ciudad de Madrid existen unas 28 rutas ornitológicas que recorren los diferentes ecosistemas y espacios naturales de la metrópoli. Para los interesados existe una aplicación para Smartphone que contiene las rutas autoguiadas en forma virtual. Es posible descargarlas desde: https://www.viaspecuariasdemadrid.org/rutas-ornitologicas/app.

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          El decoupage es una práctica técnica decorativa que favorece especialmente a aquellas personas a quienes les gusta el arte y la decoración con bonitos motivos pero no poseen un gran talento para la pintura. La misma consiste en recortar coloridas y alegres figuras de diferentes impresiones, que pueden estar en servilletas, papel de regalo, láminas, cromos, papel de arroz u otros; para luego pegarlas en la superficie que se quiere embellecer. Generalmente se aplica en una gran variedad de objetos, tales como: madera, vidrio, porcelana, latas, cajas, cartón y muchos más. Todo depende de la imaginación e iniciativa de quien realiza el trabajo.

La palabra decoupage proviene del término francés “découper” que significa recortar, y esta ingeniosa técnica se difundió en Europa durante la Edad Media y el Renacimiento; aunque sus origines se remontan al siglo XII en China, donde se solía usar para decorar cajas, ventanas, lámparas y otros objetos; e incluso mucho más atrás, algunos historiadores afirman que proviene de Siberia, donde los pueblos ancestrales acostumbraban a decorar la tumba de sus familiares. A partir de 1970 llega a Estados Unidos desde donde  se da a conocer a todo el mundo, diversificando con esto la variedad de objetos donde podía ser aplicada.

Gran parte del éxito del decoupage se debe a que no presenta mayor dificultad para su práctica, básicamente se trata de poseer cierta habilidad para recortar, pegar y barnizar; desarrollando a medida que se realiza la actividad un mayor talento para hacerlo de forma limpia y prolija, logrando así alcanzar el fin último de la técnica que es conseguir que el resultado final tenga la apariencia de una bella pintura sobre el objeto que se trabajó.

Los materiales a utilizar también son muy básicos, generalmente se tienen en la casa, pero además son muy fáciles de adquirir de no tenerlos y sus costos realmente accesibles aunque dependerá de la calidad de los mismos. Estos usualmente consisten en: cola blanca tradicional, bastante liquida; pinceles planos de cerdas suaves; servilletas o algún tipo de impresión con las imágenes que se desean aplicar a la superficie a trabajar; barniz vitrificador; y el objeto que se quiera decorar, las opciones son muchas puede ser desde una silla hasta una caja o una botella.

Además, es conveniente tener en cuenta que dado la popularidad de la técnica han surgido algunos materiales específicos como las servilletas especiales para el decoupage que actualmente se consiguen a la venta, y las imágenes transferibles que tiene su propio pegamento incorporado, solo se deben retirar de la plantilla y pegar en el objeto para luego proteger con una capa de barniz.

A continuación detallamos un sencillo paso a paso para decorar una botella con la técnica, ideal para quienes quieran iniciarse en esta afición con este proyecto. Los materiales a utilizar serian: una botella o envase de vidrio, servilleta decorada u otro tipo de papel con la imagen a usar, pinceles, cola blanca y barniz (puede ser vitral, resina, cristal líquido u otro que proteja el papel de la humedad).

El paso a paso sería de la siguiente manera:

1.- limpiar muy bien la botella, cuidando de retirar cualquier etiqueta o residuo adherido a la superficie.

2.- recortar lo más prolijo posible la imagen a usar en la superficie de la botella.

3.- aplicar una capa de cola blanca a la botella y pegar la imagen con la ayuda de un pincel, cuidando de no dejar ninguna bolsita de aire entre el papel y la superficie.

4.- esperar que seque totalmente para proceder a aplicar la capa de barniz, si es necesario se pueden aplicar varias capas dejando lugar al secado entre una y otra capa, de esta forma la botella podrá lavarse sin problemas posteriormente.

5.- disfrutar de nuestro proyecto.

Una vez iniciado en la técnica seguramente será fácil conseguir nuevos objetos a decorar y muchas ideas para embellecer y personalizar espacios o utensilios.

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Algunas personas tienen la costumbre de coleccionar pequeñas piedras, son aquellos quienes aprovechan cualquier visita a un espacio natural sea playa, río, montaña u otro para observar con cuidado el entorno en búsqueda de algunas piedritas que llamen su atención y tomarlas como recuerdo de su visita a ese lugar. Ellos se convierten en verdaderos admiradores de los detalles de la naturaleza, pero hay quienes van más allá y tienen la afición de crear hermosos diseños que plasman con pinturas sobre las piedras.

Quienes se dedican a esta inusual tarea han descubierto con agrado que se trata de una labor que genera múltiples beneficios, entre ellos: se trata de una actividad sumamente desestresante que da lugar al uso de la imaginación y la creatividad; aleja la mente de los problemas o pensamientos desagradables; nos ayuda a conectarnos con la naturaleza y valorar cada parte de ella como un elemento único e irrepetible; genera paz y sosiego a la persona, especialmente si se realiza en una ambiente tranquilo y acompañada de una música relajante; y además, es una forma positiva de ocupar el tiempo libre en la creación de pequeñas obras de arte que pueden ser útiles para dar un toque personal en la decoración de jardines, ambientes internos, dormitorios, oficinas y muchos otros.

Son muchos los diseños que pueden crearse sobre las piedras, generalmente se consideran dos aspectos básicos para definir alguno en particular. Primero los gustos y preferencias de quien los elabora; por ejemplo, algunas personas optaran por utilizar colores suaves o sobrios; mientras que otros se inclinaran más hacia el uso de los colores llamativos o sicodélicos que causen impacto en quien los observe. Segundo, la forma y tamaño de la piedra, dependiendo de sus dimensiones se pueden crear dibujos de gran volumen y complejidad si son piedras grandes, o sencillas imágenes si se trata de piedras pequeñas.

Hay quienes tratan de observar con atención la forma misma de la piedra buscando la semejanza con algún objeto o elemento que le inspire a realizar un dibujo en particular. Es así como se pueden apreciar una gran variedad de diferentes creaciones que evidencian la imaginación de quien las realiza; pueden ir desde animales, figuras abstractas, personajes humanos, y hasta figuras religiosas como los populares mándalas de la cultura budista que quedan muy bien en las piedras redondas.

Iniciarse en esta afición es muy sencillo, solo debe tener algunos materiales básicos, tales como: piedras de varias dimensiones y preferiblemente de superficie lisa, pinturas acrílicas de diferentes colores, pinceles de diferentes formas y tamaños, rotuladores de punta fina, barniz vitrificador y mucha, mucha creatividad. Los pasos a seguir son muy sencillos:

• Limpiar muy bien las piedras, si es posible lavarlas y retirar toda la tierra con un cepillo.
• Preparar la piedra aplicando una capa unicolor de pintura y dejando secar preferiblemente de un día para otro, el color de fondo dependerá del diseño que se quiera realizar.
• Luego se puede trazar con un rotulador las líneas del dibujo a realizar para después llenar cada parte con la pintura acrílica, procurando que las líneas queden totalmente cubiertas.

Algunas personas optan por no hacer las líneas del dibujo con anticipación sino proceder a aplicar los colores directamente, pues incluso los diseños irregulares o algo rudimentarios pueden tener un encanto especial.

Para el diseño de las mándalas, generalmente, deben usarse piedras redondas y se inicia dibujando un punto de color en el centro, a partir de allí se va rodeando con puntos de diferentes tamaños, preferiblemente alternando medianos y pequeños. También se alterna el uso de los colores, pudiendo combinar dos o tres de mucho contraste, por ejemplo, azul, amarillo y lila. Se completa un círculo tras otro llenando toda la piedra hasta el borde. Al final obtendremos una imagen muy llamativa que puede ser usada para decorar, o si lo prefieres investigar acerca de lo que representan estos dibujos para los budistas y practicar tu enriquecimiento espiritual.

La única limitación existente para animarse a probar esta divertida actividad es la disposición y la creatividad. En todo caso, se trata de hacer el intento probablemente descubramos un talento escondido y nos motivemos a convertirla en parte de nuestro tiempo de ocio.

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La jardinería es uno de los pasatiempos favoritos de muchas personas que se divierten y benefician de los múltiples efectos positivos que esta actividad produce en cuanto a entretenimiento, relax, uso del diseñar pequeños jardines utilizando los lugares más inusuales. tiempo libre y contacto con la naturaleza. Pero este hobbie toma una nueva dimensión cuando se asume adicionalmente el reto de crear jardines en miniatura; esta afición consiste en diseñar pequeños jardines utilizando los lugares más inusuales. Los creadores de estas pequeñas obras de arte naturales se valen de accesorios y espacios impensables para configurar jardines temáticos que embellecen notablemente la decoración.

Además, la elaboración de mini jardines ha favorecido en mucho también el apoyo al reciclaje de material de desecho al utilizar algunos implementos como: neumáticos viejos, latas decoradas, bombillas en desuso, macetas rotas, zapatos, botellas, muebles viejos; en fin cualquier implemento es válido y no se desperdicia ninguna oportunidad para llevar un toque de alegría y color tanto espacios interiores como exteriores.

En cuanto a las especies de plantas usadas en esta tarea, se prefieren aquellas que alcanzan un menor tamaño y poseen un crecimiento lento, también es bueno que se elijan las que son más fuertes y pueden resistir algún tiempo sin agua y sol; como algunos tipos de cactus, suculentas y ornamentales de gran resistencia.

La preparación de un mini jardín debe considerar aspectos fundamentales como: el utensilio a utilizar como maceta, prever diferentes capas de tierra, arena, piedra y musgos que faciliten la supervivencia y crecimiento de la planta. Además, es importante definir con anticipación el diseño que se quiere lograr, estableciendo si se tratará, por ejemplo, de un paisaje desértico con varios tipos de cactus; o si se pretende simular un pequeño bosque, utilizando ornamentales verdes y de flores; en fin lo importante es considerar con antelación el paisaje que se pretende mostrar.

Para complementar el diseño la única limitación es la creatividad, se pueden añadir diversos elementos que le den un toque único y encantador al jardín, para ello algunos creadores se valen de elementos como: pequeñas casas de juguete, como las que se usan en los pesebres; estructuras metálicas o plásticas en miniatura, que pueden tener forma de bancos, sillas, fuentes de agua, columpios, animales y muchas otras, con las cuales se logra darle una imagen muy realista al micro paisaje.

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